MOMENTOS
Entre 1973 y 1979, Stephen Shore realizó seis viajes a través de Estados Unidos, recorriendo decenas de miles de kilómetros. Lo que el fotógrafo quería capturar a través de su lente era la idea de «America», en todo su turbulento esplendor, alienación, belleza y horror. Habría cientos de imágenes, muchas de ellas icónicas. Pero quizá la más resonante e incidentalmente central fue tomada por casualidad en la pequeña ciudad de Kanab, en el sur de Utah, temprano en una mañana de verano del 73. Sentado en el restaurante Trail's End, contemplando su pedido recién llegado, un plato de panqueques apilados enjabonados con mantequilla espumosa, un vaso rebosante de leche fría y un melón brillante, Shore quedó impresionado por la pura belleza y el deleite de la escena y, en un estado de éxtasis (con el permiso del gerente), se puso de pie en una silla, apuntó su Leica de 35 mm hacia abajo y capturó un testimonio humilde y duradero de los placeres de la vida sensorial. No parece una coincidencia que Shore estuviera en un largo viaje y que estuviera buscando algo grande e intangible. En este sentido, todos somos un poco Shore, aunque nuestras metas tengan otros nombres, tipo satisfacción o logro. Uno sueña con alcanzar una tierra prometida donde la ansiedad, los cuestionamientos más inquietantes y la incertidumbre lleguen a su fin. Pero, por supuesto, eso nunca pasará. No existe la meta verdadera y definitivamente tampoco existe el punto final. Todo lo que tenemos es el viaje, una idea que, aunque tiene su dimensión trágica, nos libera para aprovechar más los auténticos incrementos de valor de la vida: los momentos. Sin una tierra prometida en el horizonte de las expectativas, habrá momentos inesperados de pura alegría, momentos de asombro total, aunque fugaz. La felicidad debería contarse en minutos, no en años. Pero cuando esos momentos lo sorprenden a uno, debería ser lo suficientemente sabio para abrazarlos con la avidez de un niño, echar hacia atrás la silla, contemplarlos con asombro y fijarlos para siempre en la memoria.