El Pantógrafo sabe que la eficacia de una empresa o una institución puede verse mermada por el desconocimiento o el descuido a la hora de emplear los mecanismos de la expresión escrita.
El buen uso del lenguaje determina la calidad de cualquier trabajo, y esto no es solamente una cuestión literaria: muchísimas profesiones tienen que recurrir en un momento u otro a la escritura, y como ésta no es la herramienta principal del oficio se le da una importancia menor a dominarla. Es decir, muchos particulares y empresas se presentan ante la sociedad con textos sin corregir por profesionales. Creen que porque saben escribir entonces pueden escribir. Pero escribir bien es un arte delicado y complejo: consiste en una mezcla de talento, perseverancia y formación. Por ello, quienes hacen públicos textos escritos como parte de su trabajo necesitan a alguien que acometa la corrección profesional. No solamente para que les revise los aspectos más formales (nadie quiere publicar un texto lleno de erratas), ni únicamente para que se asegure de que el texto dice lo que quiere decir y de la manera más precisa (usando las palabras más adecuadas), sino para algo mucho más importante: conseguir que quien esté leyendo procese la información de la manera más sencilla posible.
Y aquí está El Pantógrafo dispuesto a ayudar con la mejora de los textos de empresas e instituciones, de modo que se eviten fallos y se optimicen las posibilidades que brinda la buena comunicación escrita para lograr diversos objetivos profesionales.