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CUADERNO DE INTEGRACIÓN SOCIAL

[entrecruzamientos entre artes y humanidades, bienestar social y mental, con unos toques de poiesis y eudemonía]

CUADERNO DE INTEGRACIÓN SOCIAL · espejos, ventanas, lentes

[entrecruzamientos entre ciencia, artes y humanidades, bienestar social y mental, con unos toques de poiesis y eudemonía]

SOLEDAD

Con demasiada frecuencia equiparamos la idea de estar solo con un fracaso social vergonzoso. Imaginamos que podemos estar solos exclusivamente porque hemos sido rechazados, porque hemos hecho algo malo, porque nadie quiere estar con nosotros. Pero de la foto de Robert Adams de una mujer comiendo sola en un restaurante emerge una visión diferente. Puede que estemos solos no porque no podamos encontrar a alguien con quien estar, sino porque las opciones disponibles nos habrían hecho sentir más solos que nuestra propia compañía. El camarero tal vez le dirigió una mirada desconcertada cuando ella le dijo que no, que no estaba esperando a nadie, iba a tomar la sopa y eso era todo. Es posible que alguno de los otros comensales haya conjeturado qué estaba haciendo ahí esa mujer, sola. Pero a ella no le importa. Se la ve fuerte, resuelta e indiferente a lo que los demás puedan pensar. Ha aprendido a renunciar a los temores de la soledad por las satisfacciones de la soledad. Sabe que su propia compañía es —sin vanidad ni exageración— más gratificante que cualquier cosa que actualmente se le ofrezca. Y no es el desprecio hacia la humanidad lo que la hace estar sola, es quizá la voluntad de esperar tranquila hasta que llegue un igual. Se ha dado cuenta de que muchas personas no serán capaces de conversar con ella de la manera sensible e informada que ella aprecia; su ingenio deja a mucha gente mareada; su intensa curiosidad por los aspectos más extraños pero más reveladores del ser humano puede resultar desagradable para algunos; la secuencia rápida pero cuidadosamente estructurada de sus pensamientos puede ser demasiado intimidante. No está especialmente orgullosa de que su mente funcione de una manera singular. Es así. Mientras tanto, prefiere acomodarse el abrigo sobre los hombros y ocuparse de la amiga que tiene al alcance de la mano: una escritora (muerta hace un siglo en otro continente) que actualmente la entiende como nadie en la ciudad y que esta noche está, una vez más, feliz de cenar con ella.

Robert Adams. What We Bought: The New World. Scene from the Denver Metropolitan Area, 1970-74.

Carlos Castro Rincón