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CUADERNO DE INTEGRACIÓN SOCIAL

[entrecruzamientos entre artes y humanidades, bienestar social y mental, con unos toques de poiesis y eudemonía]

CUADERNO DE INTEGRACIÓN SOCIAL · espejos, ventanas, lentes

[entrecruzamientos entre ciencia, artes y humanidades, bienestar social y mental, con unos toques de poiesis y eudemonía]

AMABLE

Esta no es solamente una buena pintura. Es sobre todo la imagen de una persona agradable. Muestra cuán poco banal es en el fondo la amabilidad y cuánto podría necesitarse más de ella en la vida. Digámoslo así: la imagen equivale a un ensayo visual sobre los componentes de la amabilidad. Especulemos. Es agradable porque la escala de su propia amabilidad quizá nunca se le ha pasado por la cabeza. Es agradable porque sabe tomarse su tiempo y sabe cuántas cosas se dañan por la impaciencia. Es agradable porque el cuidado que exhibe con el encaje en otras ocasiones se lo da a otro ser. Es agradable porque esa franqueza suya tan arraigada puede hacerla sentir los artificios forzados de la vida, lo que a veces la pone incómoda y torpe en situaciones en las que impera la insensibilidad. Es agradable porque su mente es detallista, precisa, por el tenor que sugieren la pulcritud, la complejidad y la armonía de sus trenzas, como si el pintor hubiera tenido también la amabilidad de dibujar un mapa de su psique. Es agradable porque siempre alberga dudas sobre sus dedos, ligeramente anchos. Se puede comprar una réplica del cuadro en forma de postal o discutir sobre lo buen pintor que fue Johannes Vermeer. Pero un deseo más profundo, menos fácil de admitir (quien escribe esto no suele ser muy amable), surge del cuadro: el deseo de que se pueda conocer y entablar una amistad con alguien un poco como la encajera.

Johannes Vermeer. La encajera, 1669.

Carlos Castro Rincón